¿Qué es una buena higiene bucal?
Una buena higiene bucal es conseguir que tu dentadura luzca sana, libre de restos de alimentos gracias a los tres cepillados diarios tras cada comida principal, y por consecuente librarte del halitosis o mal olor bucal y muchos más problemas y enfermedades bucodentales, y así mantener una buena salud bucodental.
Consejos para una buena higiene bucodental
1. Cepíllate completamente
Para realizar una buena limpieza dental tienes que hacer movimientos elípticos, prestando atención a las encías y los dientes posteriores al lavar los dientes.
Puede combinar esta técnica con la inclinación de las cerdas del cepillo en un ángulo de 45º contactando tanto con la superficie dentaria con el borde de las encías, asimismo continúe con movimientos de encías para el final del diente.
A nivel de la superficie de mordida use un movimiento de frotado suave hacia atrás y adelante. Para completar una perfecta limpieza bucal no olvide cepillar la lengua de atrás hacia adelante para remover las bacterias productoras de mal olor.
2. Si es posible, usa cepillo eléctrico.
Realice su cepillado con los movimientos que le ofrece el cepillo.
3. Cepíllate mínimo dos veces al día.
Acostúmbrate a cepillarte los dientes después de cada comida. Mínimo por la mañana y por la noche.
4. Cambia el cepillo cada 3 meses.
Renueve el cepillo cada trimestre para evitar la acumulación bacteriana y el desgaste de las cerdas poco eficaces.
5. Usa el hilo dental.
La limpieza con hilo dental previene la formación de caries interdentales y elimina la acumulación de placa bacteriana.
6. El enjuague bucal o colutorio.
Enjuagarse con agua y productos bucales especializados para reducir el volumen de la placa y evitar patogenos, infecciones y mal olor.
7. Acude al dentista mínimo 1 vez al año.
La opinión de un profesional le ayudara a evaluar el estado de tu salud dental. Realízate como mínimo una limpieza al año.
Enfermedades de mala higiene dental
A- Caries:
Puede ser una o varias grietas que se presentan en los dientes, causada por los ácidos de los alimentos en descomposición. Afecta a más de 90% de la población mundial.
Regularmente se registra en la parte exterior, pero si no se atiende a tiempo, puede afectar el nervio, ocasionar dolor agudo y perder la pieza dental. La deficiente higiene dental y la ingesta de comida azucarada favorecen su aparición.
B- Gingivitis:
Se genera por un mal cepillado de dientes, no usar hilo dental y el tabaquismo conduce a una mala salud dental. Consiste en la inflamación de las encías, provocado por la presencia de bacterias o la acumulación de placa bacteriana y el sarro. Si no es atendida a tiempo, puede afectar el hueso y convertirse en una periodontitis.
Síntomas: sangrado, inflamación, enrojecimiento, sensibilidad al frío y mal aliento.
C- Periodontitis:
Es una gingivitis que ha empeorado, una infección progresiva de las encías y pérdida del hueso alrededor del diente, teniendo como consecuencia la pérdida irremediable de los dientes.
En muchos casos es culpa de la acumulación prolongada de placa bacteriana y sarro en los dientes. Sus síntomas son: enrojecimiento intenso de la encía, inflamación sin dolor y sangrado leve al comer o durante el cepillado.
Algunos factores de riesgo que detonan el padecimiento son: tabaquismo, alcoholismo, dieta deficiente en vitaminas A, E, C o hierro, una infección viral o la exposición excesiva al sol.
D- Halitosis:
En algún momento, todas las personas se han encontrado en su vida un amigo, compañero o pareja que padece de esta temible pero curable enfermedad oral. La halitosis, se presenta con un desagradable olor bucal, a causa de las bacterias que se forman por restos de comida en descomposición.
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